Los hermanos Hansel y Gretel, tras pasar por el traumático hecho del secuestro de la bruja de la casa de caramelo, se convierten en cazadores de brujas profesionales. Van recorriendo el mundo prestando sus servicios allí donde sean requeridos, a cambio de generosos estipendios. En su pueblo de nacimiento comienzan a desaparecer niños, y todo parece apuntar a que algo gordo se cuece en el mundo de las brujas.
Está claro que la revisión de los cuentos clásicos está siendo todo un filón para Hollywood, que los está transformando y actualizando tanto para la gran como para la pequeña pantalla: Once upon a time, La Bella y la Bestia, Blancanieves, Grimm, Jack cazador de gigantes ...y lo que nos queda aún por ver (Cenicienta, Maléfica).
Este año le ha tocado el turno a Hansel y Gretel. Todos conocemos la historia: dos hermanos son abandonados en el bosque por sus padres sin previa explicación. Allí se encuentran con una casa hecha de dulces en la que vive una malvada bruja comeniños, a la que finalmente vencen quemándola en su propio horno.
Pero en la película ese cuento, que se narra en los primeros cinco minutos, sólo es una excusa para producir una película de acción ambientada en un mundo de fantasía.
Por lo que hemos podido ver en trailers y anuncios esta película no engañaba a nadie, y todos sabíamos lo que nos encontraríamos: Un argumento sin ninguna complejidad o profundidad, predecible hasta la saciedad, unos héroes capaces de todo, que encajan golpes como si fueran de goma y que llevan un armamento de tecnología punta y proporciones descomunales, unas brujas muy muy malas y muy muy feas, y por supuesto mucha sangre. Si pensabas encontrarte otra cosa definitivamente te has equivocado de película
Ni siquiera siendo conscientes de todo esto podríamos decir que se trata de una buena película. La historia es bastante básica, con pocas sorpresas y ningún giro argumental. Los actores tampoco dan para más con los personajes planos que interpretan, y los diálogos ni impactan ni son graciosos. Lo único que puede destacarse un poco son los efectos especiales, que aunque están bien conseguidos tampoco son asombrosos, y la ambientación, que a pesar de estar llena de anacronismos consigue una estética similar a otras películas del género, como Van Helsing.
Así que sin más, otro título que llega y se va sin fama ni gloria. Sirve para desconectar un rato, para pasar los 88 minutos que dura sin necesidad de pensar en absoluto viendo magia, disparos y artes marciales varias. Sabiendo de antemano lo que nos encontraremos es mejor asumir que es lo que es: una peli mala de acción y fantasía para pasar el rato. Fin.
Este año le ha tocado el turno a Hansel y Gretel. Todos conocemos la historia: dos hermanos son abandonados en el bosque por sus padres sin previa explicación. Allí se encuentran con una casa hecha de dulces en la que vive una malvada bruja comeniños, a la que finalmente vencen quemándola en su propio horno.
Pero en la película ese cuento, que se narra en los primeros cinco minutos, sólo es una excusa para producir una película de acción ambientada en un mundo de fantasía.
Ni siquiera siendo conscientes de todo esto podríamos decir que se trata de una buena película. La historia es bastante básica, con pocas sorpresas y ningún giro argumental. Los actores tampoco dan para más con los personajes planos que interpretan, y los diálogos ni impactan ni son graciosos. Lo único que puede destacarse un poco son los efectos especiales, que aunque están bien conseguidos tampoco son asombrosos, y la ambientación, que a pesar de estar llena de anacronismos consigue una estética similar a otras películas del género, como Van Helsing.
Así que sin más, otro título que llega y se va sin fama ni gloria. Sirve para desconectar un rato, para pasar los 88 minutos que dura sin necesidad de pensar en absoluto viendo magia, disparos y artes marciales varias. Sabiendo de antemano lo que nos encontraremos es mejor asumir que es lo que es: una peli mala de acción y fantasía para pasar el rato. Fin.
