El harén de la Sublime Puerta

Y va una de novela histórica, esta vez con unos tintes más éxoticos

El harén de la Sublime Puerta

Autor: Alfred Shmueli

Páginas: 384

Género: Novela histórica

Año (1996)

Jaja es secuestrado de su poblado siendo niño. Una vez castrado y vendido como esclavo, se convierte en eunuco del gran harén del palacio de Topkapi, en Estambul. Entre sus paredes conocerá las historias de sus predecesores, de las concubinas del harén y de los sultanes que se han ido sucediendo antes de su llegada, y progresivamente irá escalando puestos dentro de la jerarquía del palacio, convirtiéndose él mismo en uno de los engranajes del poder en el imperio otomano. Un gran poder conlleva una gran responsabilidad, pero también conlleva un considerable peligro...

¿Queréis saber como era el imperio otomano durante los siglos XVI y XVII? Pues no tan refinado y sublime como se podría creer... Un mundo de lujos, riquezas, lujuria y de excesos en todos los sentidos, pero también lleno de intrigas políticas, espionaje y complots asesinos. Estamos en los siglos clave de la decadencia del imperio. 

¿Cosas que he aprendido con este libro? Los sultanes se suceden con una rapidez pasmosa, sin importar edad o salud mental. Son figuras de paja, controlados por quien sea, petimetres sin ningún conocimiento sobre política ni sobre aspectos básicos de cualquier tema, mucho menos del día a día del pueblo. Lo que sí dominan a la perfección son todo tipo de perversiones sexuales, así como la pasmosa velocidad para condenar a muerte a quien sea. Los grandes visires tienen una media de vida más corta que la de una mosca de la fruta. Cualquier vida humana vale menos que una cagarruta de conejo. Cargarse a 19 hermanos menores de diez años para que no puedan disputarte el trono en el futuro, o ahogar a cien doncellas por celos y venganza, es algo a la orden del día. Y lo más importante, si quieres matar a alguien, emplea una cuerda de arco para estrangularlo. 

¡Así con razón se fuera a pique el imperio! Bastante tiempo duró para estar la cosa tan chunga

Esta novela es bastante entretenida, porque es un cúmulo de historias cortitas, algunas más interesantes que otras, que se leen con relativa rapidez. Me recuerda un poco a los Cuentos de la Alhambra de Irving, salvando las considerables distancias. Debe estar bastante bien documentado lo que en ella se cuenta, así que no es todo una fantasmada, tiene una base histórica sólida que lo respalda. Sin embargo tiene algunos problemillas en mi humilde opinión. 

Es una lectura con muchos tecnicismos en turco y árabe, y aunque se expliquen durante la lectura o en el glosario al final del libro, siempre complica un poco la lectura. Si a esto le sumamos que todos los nombres propios se parecen, y hay un batiburrillo de personajes, pues aún es más difícil enterarse de ciertas cosas. Por otro lado, se cuentan muchas historias, pero algunas solo se citan como de pasada, y te quedas con ganas de que profundice más en el tema o se explique mejor que pasaba por la cabeza de sus protagonistas en esos momentos.

Una lectura muy adecuada si se quiere conocer más sobre este mundo oriental y exótico, que a veces nos resulta tan desconocido y distante. Eso si, un libro con un regusto bastante amargo...