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jueves, 29 de noviembre de 2012

Ondina, de Benjamin Lacombe



Ondina es una ninfa de las aguas y un espíritu puro. El destino trae a su puerta a Hans de Ringstetten un apuesto caballero, y ambos se enamoran perdidamente. Una vez casados, deciden regresar al castillo del noble para gobernar unidos sus dominios. Sin embargo su bella historia de amor se convertirá en una maraña de celos, traiciones y envidias, que desembocará en un trágico y amargo final.



Este es el nuevo título que se ha unido a mi colección de libros. Ésta se basa casi exclusivamente en ejemplares con imágenes, ya sea con reproducciones de obras de arte, con fotografías, carteles o ilustraciones. Nunca he tenido la costumbre de comprar novelas, pues desde pequeñita mi padre me ha llevado a la biblioteca pública. Después de un buen rato rebuscando por las estanterías, me iba a mi casa con tres libros, y a las dos semanas volvía a por otros tres nuevos. Si en mi casa hubiéramos comprado todos los libros que hemos leído, viviríamos debajo de un puente hace tiempo. 

Sin embargo, con las imágenes es distinto. Siento una necesidad imperiosa de poseerlas, de tenerlas a mi alcance en cualquier momento para disfrutarlas. Supongo que se ha convertido en algún tipo de deformación profesional inculcada a lo largo de la carrera de historia del arte, donde la imagen es la base de todo estudio en la facultad. Ya que debido a  a mi modesto presupuesto no puedo adquirir un Monet, un Klimt, o un Waterhouse, esta es mi peculiar manera de poseer un pedacito de arte.

Y es que para mí, las ilustraciones de Benjamin Lacombe son una obra de arte dentro de su género. Con este nuevo título ya son tres los libros que tengo de Lacombe: Ondina, Cuentos Macabros, y Los Amantes Mariposa. (Este último es mi favorito sin ninguna duda. Ya os hablaré de él en otra ocasión)

En Ondina, tanto imágenes como texto son obra de Lacombe. En otras ocasiones colabora con escritores, o ilustra libros famosos, (como el jorobado de Notre Dame o los cuentos de Edgar Allan Poe). En este título se ha inspirado en una leyenda popular (de Europa del Norte) y ha creado para ella bellos dibujos. Además la encuadernación y la presentación son una maravilla, muy cuidadas, con diferentes texturas y matices de papel, transparencias,..
Las ilustraciones tienen un aire infantil, muy adecuado para un libro de cuentos, con unos tonos fríos en general, azulados, que contrastan con algunas imágenes muy cálidas, en verde y rojo, según lo requiera la narración. Sin embargo, mientras me sumergía en el libro, las imágenes no dejaban de recordarme a algo, cuadros que ya había visto. Al final del libro, el propio autor confirmó mis sospechas. Su inspiración son los grandes pintores prerrafaelitas, y el autor japones Hokusai. Aquí os dejo imágenes de Ondina y los cuadros que creo que sirvieron de inspiración a Lacombe

El despertar de Adonis (1900) John William Waterhouse
La gran ola de Kanagawa (1829) Katsushika Hokusai



Ofelia Muerta (1852)  John Everett Millais

Hilas y las ninfas (1896) John William Waterhouse

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