Cartas sobre la mesa

Cartas sobre la mesa

Autora Agatha Christie

256 páginas

Género: Policiaco, misterio, asesinatos

Año 1936

Hercules Poirot, el famoso detective, se enfrenta a un nuevo caso. El señor Shaitana, un hombre peculiar y muy extravagante, invita a Poirot a una cena durante la que promete enseñarse su peculiar colección: asesinos que no han sido atrapados por la policía. Durante la partida de bridge de la sobremesa, el señor Shaitana es asesinado sigilosamente sin que nadie se percate hasta el final de la velada. Cuatro de los invitados son sospechosos del crimen, pero ¿quién de ellos habrá sido y qué motivos le habrán impulsado a esta temerosa acción?

Realmente un caso muy curioso con un planteamiento un tanto distinto de otras novelas de la autora. Ocho son los invitados a la cena, cuatro "sabuesos" y cuatro "sospechosos", por lo que en esta ocasión ,en vez de enfrentarse solo a todo el proceso de investigación, Poirot contará con la inestimable ayuda de tres compañeros: el superintendente de Scotland Yard Battle, el Coronel Race del Servicio Secreto, y la señora Olivier, una escritora de novelas policiacas con muchas similitudes a la propia Agatha Christie (tiene un detective listillo al que ha ido cogiendo manía a lo largo de sus libros, finlandés aunque siempre confunden su nacionalidad, al igual que ocurre con Poirot, que no es francés sino belga). Sin más pistas que los propios sospechosos, los métodos que emplea Poirot serán el recuento de las partidas de bridge y el análisis de la personalidad y de las conversaciones que tiene con los presuntos asesinos.

La estructura de la historia sigue las pautas del resto de novelas de Agatha Christie. Presentación de la situación e introducción de los personajes, asesinato, interrogatorio de los sospechosos y disertación final que resuelve el caso. Esta en la que se reune a todos los sospechosos en el salón y se dice "se preguntarán para que les he reunido a todos aqui". ¡Ah, todo un clásico! Por supuesto durante todo este proceso se producen giros inesperados y nada es lo que parece ser. La primera parte puede hacerse un poco tediosa, porque se da mucha importancia a lo que sucedió en la partida de bridge, al recuento de las puntuaciones, a las manos que se dieron, y a todo el sistema de un juego con el que estamos muy familiarizados en la actualidad. Pero a medida que van saliendo a la luz los secretos de los sospechosos la historia se va volviendo más interesante, y el final siempre es sorprendente.

Escrita con el estilo habitual de la autora, me han llamado la atención algunas referencias  bastante machistas y racistas, como la constante referencia al sexo débil o a la naturaleza de las mujeres en términos poco halagüeños. Supongo que se debe al reflejo de la sociedad inglesa de la época, que todavía tenía ciertos perjuicios a pesar de los cambios tan importantes que se estaban produciendo es esos momentos, pero viniendo de una mujer novelista no han dejado de sorprenderme.

Asi pues, una novela en la línea de Agatha Christie, entretenida y siempre sorprendente, aunque sin llegar a la altura de "Asesinato en el Orient Express" o "Diez negritos"